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El placard

Los días de lluvia y especialmente en domingo, son ideales para ordenar el caos que generamos por falta de ganas o de tiempo. Muchas veces abrimos el placard y nos aterra ver cómo está. Uno de esos fines de semana desapacibles decidí poner fin a esa pila de cosas desacomodadas.

Abrí la puerta y con lo primero que me encontré, fue con mi conciencia, arrugada, ya casi olvidada de tan poco uso que le había dado, con huellas visibles del paso del tiempo. Le tuve lástima y me tuve lástima. ¿Todavía servirá? Sí, ¿por qué no? La limpié. La sacudí. La dejé como nueva, apta para todo servicio.

Pero eso no fue todo. También localicé perezas, negligencias y descuidos, repletos de mañanas: Mañana haré esto… mañana haré lo otro… mañana haré aquello. Junté toda esa chatarra y la tiré.

Entre los pañuelos vi disimuladas las angustias y los temores. ¿Perderé mi trabajo? ¿Mantendré mi salud? ¿Le pasará algo a mis seres queridos? Amarguras, calamidades, inquietudes. A medida que las identificaba, pensé que me iba a dar un infarto, así que… ¡fuera! ¡Por aquí tendría que haber comenzado! ¡Así tengo que continuar día tras día!

Y como ahora mi ropero volvía a tener espacios vacíos, empecé a acomodar otras cosas. La esperanza, que tuve tan olvidada. Los afectos, que no siempre manifesté. Las amistades, que tanto descuidé. La fe. La renovada alegría de vivir…

Me habían dicho una y otra vez: el pasado siempre fue mejor. No sé… tal vez sí, tal vez no. Me importa más que el futuro sea mejor. Para mí, para ti, para todos nosotros. No es inocencia, no es que me haya convertido en un ingenuo. Es que he puesto mi ropero en orden. Ahora puedo tomar lo que me ofrece la vida y disfrutarlo en plenitud.

Satisfecho, cerré el ropero. Ya tranquilo, reinicié la marcha por este, mi camino.
Tengo una meta y hacia ella debo ir. Pero… ¿habrá otros roperos por allí en las condiciones que estuvo el mío? Por las dudas, si fuera el tuyo, recuerda que puedes arreglarlo. Hazlo ya mismo.

“Deja que Dios te limpie. Entrégale a Él todo lo que ocupa espacio, y todo lo que no te hace feliz” …