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¡¡Felices pascuas!!

esús nació en una aldea insignificante…
Creció en un barrio sencillo y humilde...
Trabajó hasta los treinta años en una carpintería...
No fue a la universidad...
Nunca tuvo un puesto de importancia...
Nunca escribió un libro...
Nunca puso sus pies en lo que consideraríamos una gran ciudad...
Nunca viajó a más de trescientos kilómetros de su ciudad natal...
No formó una familia...
No hizo ninguna de las cosas que generalmente hacen los grandes personajes...
Durante tres años fue predicador ambulante...
No tuvo más credenciales que su propia persona...
La opinión popular se puso en contra suya...
Sus amigos huyeron...
Uno de ellos incluso lo traicionó...
Fue entregado a sus enemigos...
Tuvo que soportar la farsa de un proceso judicial...
Lo asesinaron clavándolo en una cruz, entre dos ladrones...
Mientras agonizaba, los encargados de su ejecución se disputaron la única cosa que tenía en propiedad: una túnica...
Lo sepultaron en una tumba prestada, gracias a la compasión de un amigo...
Según las normas sociales y humanas, su vida fue un fracaso total...
Pero han pasado más de veinte siglos y hoy continua siendo la pieza central de la historia humana.

No es exagerado decir que aunque pusiéramos juntos todos los ejércitos, gobiernos, sabios, parlamentos, reyes o autoridades de todos los tiempos, no serian capaces de afectar tan poderosamente la existencia del ser humano sobre la tierra, como lo ha hecho la sencilla vida de Jesús...