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Los tres leones...

En la selva el rey león había muerto, los animales debían designar a otro, pero en el lugar solo había tres leones. Se preguntaban: ¿A cuál de ellos debemos rendir obediencia? ¿Cuál de ellos deberá ser nuestro Rey?

 Luchar entre ellos no tiene sentido, ya que son grandes amigos… después de deliberar por un tiempo, encontraron una solución. En el lugar había una montaña muy empinada, el primero que llegue a la cima, será coronado como el nuevo rey.

 El primer león intentó escalar, pero no pudo llegar. El segundo empezó con todas sus fuerzas, pero también fracasó. El tercer león tampoco lo pudo conseguir.

 Los animales estaban desanimados, el mono dijo: - si los tres leones no pudieron cumplir con el desafío, cómo lo elegiremos. En ese momento, el águila intervino y pidió la palabra: - ¡Yo sé quién debe ser el rey! Todos los animales hicieron silencio y la miraron con gran expectativa. ¿Quién? preguntaron.

-Es muy simple, estaba volando cerca de ellos y cuando volvían, escuché lo que cada uno dijo. El primer león dijo: ¡montaña, me has vencido! El segundo león dijo: ¡montaña, me has derrotado!

El tercer león dijo: ¡montaña, quiero decirte que no me voy a rendir, porque vos ya no podrás seguir creciendo… pero estoy seguro que te voy a conquistar y voy a llegar a la cima, ¡porque yo todavía no he terminado de crecer! Y cuando esté preparado, subiré a lo más alto y rugiré a los cuatro vientos, para demostrar que seré el nuevo rey de la selva.

El águila, orgulloso de las palabras del tercer león les aconsejo a todos que eligieran al tercer león… porque su actitud fue la de un conquistador que no se rindió a las dificultades que le presento la montaña. El sintió que no era una derrota… porque con el tiempo podría prepararse para vencerla. La diferencia, completó el águila, es que el tercer león tuvo una actitud de vencedor, se sintió en ese momento derrotado, pero no desistió y quien piensa así, está preparado para ser rey de la selva. Los animales aplaudieron entusiastamente y coronaron al tercer león como el Rey.

 Cuando creas que tus dificultades, se encuentran en la cúspide de la montaña, no te des por vencido ya que no se moverán de ese lugar, pídele a Dios que te dé las fuerzas para llegar a ellos y así, de esa manera, podrás vencer todo aquello que te impida ser feliz.

Tú todavía estás creciendo y eres más grande que todos tus problemas juntos. Todavía no llegaste al límite de tu potencial y de tu excelencia.

“No digas a Dios que tienes grandes problemas y dificultades, dile al problema y a la dificultad que tienes un gran Dios”