Síguenos en las redes sociales  

Torre de control

Cada vez que despega o aterriza un avión en un aeropuerto depende de tres personas, el piloto, copiloto y el operador de la torre de control, si pretenden que el viaje comience o termine sin problemas.

El operador da órdenes precisas a ambos pilotos, tanto en el despegue como el aterrizaje, estas órdenes se deben acatar sin tener la más mínima duda. El avión, como la tripulación y los pasajeros dependen absolutamente del operador, sus vidas en ese momento están en sus manos.
Supongamos, que el piloto desea aterrizar en una pista diferente a la ordenada, puede suceder que en ese lugar este otro avión a punto de despegar, esta desobediencia podría producir una catástrofe, con cientos de muertos.

En nuestra mente esta lo bueno, pero por el otro lo malo. Es decir que esta historia, de alguna manera nos relaciona con nuestras decisiones.
Supongamos que un día, vienen pensamientos que te dicen que puedes trabajar muy poco y ganar millones, la idea te fascina, pero el negocio es peligroso te puede traer graves consecuencias, la cárcel o el cementerio. El negocio que te proponen es la venta de drogas.

Es ahí donde comienza una tremenda lucha dentro de tu mente, por un lado, te va a decir: Mira que oportunidad, en que trabajo vas a ganar tanto dinero, es sencillo, solo tienes que distribuir unos pocos paquetitos y listo, vas a poder disfrutar de la vida como un verdadero millonario y además te agrega una frase muy popular: "No pasa nada… esta todo bien". Sin darte cuenta, este es el piloto que decide aterrizar en la pista equivocada, por lo que la catástrofe, esta frente a tus ojos.

Por el otro lado está el verdadero operador, Dios, es el que te dice, no lo hagas porque vas a tener consecuencias irreparables, deja de lado los millones y sigue mis consejos, Yo te bendeciré y serás muy feliz el resto de tu vida.

La lucha en tu mente será feroz y encarnizada, pero la decisión está en tus labios, eres totalmente libre de seguir los pasos de uno u otro.

"Si escuchas solo la voz de Dios y desechas la de nuestro enemigo Satanás, vamos a poder volar como el águila, con fortaleza y libertad, o de lo contrario andarás a los tumbos y tu vida será un fracaso total".