Aún cuando el mundo te agobie y no te dé las soluciones que buscas…
DESCANSA
Si tu alma se llena de preocupación y en tu corazón sientes que no hay esperanza…
DESCANSA
Cuando quieras huir porque no puedes más…
DESCANSA
Cuando se pierda el brillo de tus ojos, no encuentres palabras, ni tengas ganas de escuchar…
DESCANSA
Si has perdido dinero en los negocios, si te han despedido del trabajo…
Si sufres por un amor imposible, por algún ser querido enfermo, aun así…
DESCANSA
No importa en qué momento de la vida te cansaste. Lo que importa es que siempre es posible y necesario descansar. Descansar es darse una nueva oportunidad, es tomar fuerzas y renovar las esperanzas para una nueva vida.
Descansar es reconocer que has estado apoyándote en el lugar equivocado, que has estado confiando en quien no se merece tu confianza y que has estado esperando un tren que nunca pasará.
DESCANSAR es simplemente dejar todas nuestras luchas, ansiedades, preocupaciones y circunstancias, en definitiva, dejar nuestra vida en las mejores manos en las que puede estar; las mismas manos que sanaron, resucitaron a Lázaro, ayudaron a multitudes y que fueron clavadas por todos nosotros en un madero… las manos de Jesús.
«Muchos piensan que sólo se descansa en paz cuando se muere. Yo te propongo descansar en paz desde hoy mismo y por toda la eternidad»